viernes, 25 de mayo de 2007

Semana de vida.

Hoy, La peau de chagrin cumple una semana de vida como blog; bien podría haber dicho su primera semana de vida, pero...

Alguien pensará que estas cosas se destacan al año, al mes como mucho de su creación, o en alguna fecha significativa. Simplemente diré que en este momento prefiero ser cauto sobre el futuro de este blog.

Todo sucede tan rápidamente...

Me duele tener que admitirlo pero, de nuevo, me pongo en manos de mi destino, ése al que he intentado esquivar en otras ocasiones y al que nunca he podido batir en el perpetuo duelo que nos enfrenta. Otra vez se erige como vencedor. ¿Merece pues, la pena, volver a intentar derrotarlo?

Mis palabras de hace unos pocos días fueron:

"Ignoro la evolución que sufriré con el devenir de las mareas; mis aficiones y gustos son variopintos y podrían llevarme a visitar rincones o islas ahora no imaginados. Pero puedo decir que siempre me moveré en las arenas de la melancolía, la sensualidad, el amor y el desamor, la tristeza y la alegría, el romanticismo, el silencio, el corazón y el alma, los sentimientos, los anhelos y la soledad".


Ahora no tengo claro que quiera o pueda moverme sobre esas arenas.



Quizás aborde otros temas más o menos prosaicos y que también me interesan, aunque no reflejen tanto mi interior. Por ejemplo, la política, las motos, los coches, la literatura, la música, etc. Sin ir más lejos, este fin de semana tendremos dos eventos interesantes sobre los que podría comentar algo en una hipotética entrada, a saber:

  • Cita con las urnas, para las elecciones autonómicas y locales.
  • Mónaco recibe al circo de la Fórmula 1 en sus preciosas calles y puerto deportivo. Os recomiendo a todos una visita al Principado; ya sabréis algunos de mi debilidad por la Riviera francesa. Mejor elegir otras fechas que las que coinciden con el Gran Premio.




Bien pensado, creo que no abordaré otros temas. Al menos en este blog.


Solamente deciros que este blog es, hoy más que nunca, La peau de chagrin y el destino del inefable Raphaël.

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