lunes, 23 de junio de 2008

Por mis actos me conoceréis.

Una nueva entrada, hoy que tengo tiempo y he cogido carrerilla... aunque de nuevo, voy a ciegas y sin dirección. A lo mejor si persisto por este camino, se convierte en algo crónico, quién sabe; el devenir de este blog es tan abierto e impredecible...

Casi como el que lo escribe, ahora sin rumbo ni dirección clara.

He vuelto a leer algunas entradas anteriores de esta piel de la tristeza, la piel de la vida, la piel de mi vida; esos pensamientos que dejé aquí escritos hace un año, por estas fechas. En algunas frases, no reconozco cómo ni en qué estado las escribí, y me alegra poder acercarme a mi yo de unos meses atrás, como supongo que otro tanto ocurrirá con el actual en un futuro. Siempre he pensado que debe ser muy interesante poder releer tu mente varios años después. Porque sí, señores, se trata de un reflejo puro de mi mente lo que en estas cuatro paredes queda retratado, encerrado y dicho.

A veces me planteo si seré capaz de hacer que se mantenga y perdure en el tiempo este manuscrito del siglo XXI, para mayor deleite y olvido del que suscribe, nada emparentado con la vanidad de los gestos pueriles, ni de las lisonjas gratuitas, y sí de los actos honrados y nobles.

Más aún de aquellos que me transmiten emoción.


O quizá sucumbiré finalmente a la desgana o a lo incierto de lo terrenal, eso de lo que huyo cuando mi mente está consciente y puede abstraerse de su fatal encanto, de la pereza, del hechizo de lo humano y de los placeres efímeros, tan denostados por el alma soñadora de mi homónimo Raphaël, álter ego y protagonista absoluto de mi anodina pero intensa vida.

Y sonrío, sí, imaginándome ahora leyendo estas mismas frases, ignoro en qué circunstancia, en qué emplazamiento, con qué ilusiones y con no sé bien cuáles engaños. En ese futuro que ahora mismo ya estoy escribiendo aquí, y que ni yo tengo la certeza de poder precisar. Sonrío porque me veo en este texto, mucho mejor de lo que ni a sospechar llegaría ahora a acercarme.

Aunque sea capaz de reconocer la ausencia de pasión que me invade y todo lo posee. No enamorado, declaro.

6 comentarios:

Adriana dijo...

Sonreir siempre es bueno, vamos sigue sonriendo (a mi me ayuda)
Besos

Gambutrol dijo...

Eso sí lo hago ¿ves? Me leo y releeo las entradas que escribo... a veces me da por reirme al leer las neuras que me pillan y que de un arrebato..¡PAM!, las suelto en el blog. Compartimos esa afición.

Sí que has pillado carrerilla ahora... y que duree.

¡Saludos!

Gambutrol dijo...

¡ah! y otra cosa... sí que tienes madera de escritor. Yo no entiendo mucho de esto, pero te aseguro que tu estilo es mucho mejor que libros que he leído y no he podido acabar justamente por eso, por como están relatados.

Así que tú mismo... ahí tienes mi opinión.

Raphaël de Valentin dijo...

Sí, ahora sonrío, Adriana. Gracias.

Besos.

Raphaël de Valentin dijo...

Pues no creas Gambutrol que no se me pasa por la cabeza a veces mandarlo todo al "carajo" y dedicarme a intentar otras cosas que me gustan mucho, entre ellas, la literatura. O la música.

En fin, sueños.

Un abrazo y te agradezco tu opinión.

eclipse de luna dijo...

Sabes yo a veces releo entradas antiguas sobre todo las que escribia de puño y letra,y me gusta reencontrarme con aquella personita de aquellos dias, aunque siempre hay que mirar para adelante con la mejor de las sonrisas.
Un besito y una estrella.
Mar